martes, 22 de enero de 2008

Nudos y Manos

Hoy me propuse reencontrarme con mi esencia.
Desde hace mucho que estoy planeando esto
Y creo que el día de hoy se va a concretar.
Estoy nervioso, ansioso, arrepentido y contento.
Llevaré solo mi cuerpo cansado y mis ojos esperanzados,
Mis manos retorcidas por el arrepentimiento
Y mi mente desgastada de tantos pensamientos que lastiman.
Hoy iré a ver a quien todo lo sabe, al que puede pulir corazones,
Al que pinta sonrisas nuevas en el pecho
Y se queda con mi cruz por un abrazo sincero.
Hoy tengo una cita con la luz, el cielo y la libertad.
Tengo la sensación de que se irá el hombre viejo
Y que el hombre nuevo aparecerá.
Que llenaré de música nueva mi alma,
Y que de una vez por todas conseguiré verme a la cara.
Hoy me propuse reencontrarme con mi esencia.
Desde hace mucho que estoy planeando esto.
Y si alguien me busca mientras lo intento,
Solo digan que estoy haciendo lo correcto.

jueves, 17 de enero de 2008

Él

Él, que es el descanso de todas las penas, se cansó de la dureza del camino. Él, que es la fuente que apaga toda sed, sintió sed y pidió agua para beber. Él, que es la saciedad que sacia nuestra hambre, tuvo hambre cuando ayunó en el desierto para ser tentado. Él, que es el centinela que no duerme, se durmió y se acostó en la barca en alta mar. Él, que es servido en la mansión de su Padre, se dejó servir por manos de hombre. Él, que es el médico de todos los enfermos, sus manos fueron traspasadas por los clavos. A él, cuya boca anunciaba cosas buenas, se le dio hiel para beber. Él, que no había hecho ningún mal ni perjudicad a nadie, fue golpeado con látigos y soportó los ultrajes. Él, que da vida a todos los muertos, se entregó él mismo a la muerte de cruz.

jueves, 10 de enero de 2008

Más cerca del Cielo



No es macabro pensar en señales divinas. Sobre todo cuando van apareciendo en forma consecutiva y espontánea... Todo comenzó con una flor, estaba tirada en el suelo esperando ser acogida, ser cobijada y mimada. Tuve la sensación de que no era casualidad, que había algo más en esa coincidencia.A medida que transcurrían los días, otras señales me convencían aún más de lo que sospechaba, algunas demasiado tristes y desesperantes como saber y conocer una extraña enfermedad que vive dentro de un ángel. Quizás esa era la muestra más grande, la muestra que me invitaba a tomar la mano de quien hace un tiempo yo había abandonado. Sin embargo aun faltaban historias por contarse. La plaza de la ciudad donde acostumbro a soñar con la niña de mis ojos, fue escenario de otro capitulo divino, también humano. Un hombre con ganas de conseguir una moneda se acercó y nos habló, se alegró al recibir una sonrisa y una palabra de parte de mi compañera de sueños, un dialogo cotidiano y confiado logro fluir. Supimos que mutuamente tuvimos significancia, creamos ese nexo que se necesita para entrar en el otro y decir las palabras precisas. Me quedé pensando, tratando de reflexionar, es de suponerse que en medio de todo hay respuestas e invitaciones que hacia el cielo nos están acercando.