Sería lo que alguna vez quise, no esto ni lo otro, sino que lo que ahora no soy.
He caminado poco y me canso, me alegro por momentos y la noche dura meses.
Con ojos abiertos veo, miro y me quedo estático,
Las expectativas puestas en esas cosas no son más que pájaros sin alas,
De rostro precario y de manos abrochadas.
Desde el fondo del cielo el resplandor de la palabra,
De los sueños intactos y escondidos,
Del dolor bien recibido, y de las manos como camino colorido.
jueves, 20 de septiembre de 2007
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